De Pueblos Indígenas en Brasil
Foto: Kênia Gonçalves Itacaramby, 1997

Kaixana

Autodenominación
¿Donde están? ¿Cuántos son?
AM 1410 (Siasi/Sesai, 2020)
Familia linguística

Los Kaixana, antiguos habitantes de una extensa área de tierra firme que va del río Tonantins hasta el igarapé (arroyo que nace en la mata y desagua en un río) Coperçu, viven hoy en el curso medio del río Japurá. Documentos de inicio del siglo XVIII ya mencionaban acciones violentas contra esta población, que culminaron con desplazamientos forzosos y muertes. Sin embargo, fue en las décadas de 1940 y 1950 que la entrada de no indios en el territorio kaixana se intensificó, especialmente por la explotación de la goma. Hubo nuevas ondas migratorias, esta vez en dirección a áreas poco privilegiadas por los siringalistas: la várzea y el interior de la mata. Los Kaixana que huyeron de la tierra firme pasaron a vivir junto con los Kokama, sobre todo en las comunidades de Jacapari y Bararuá, situadas en áreas de várzea. La crisis de la goma hizo con que muchos no indios abandonaran las actividades en la región, lo que posibilitó el retorno de los Kaixana a algunas áreas de ocupación tradicional. Sin embargo, las amenazas a la integridad del ambiente y a la calidad de vida de los indios continúan ocurriendo, especialmente por las actividades ilegales de la minería y de la pesca predatoria en el área.

Lengua

De acuerdo a lo que consta en el Mapa Histórico de Curt Nimuendaju, la lengua nativa de los kaixana pertenece a la familia Aruák. Sin embargo, a causa de la imposición misionaria, estos mismos indios pasaron a utilizar también la lengua general, entendida aquí como una variación regional del Tupí-Guaraní. La extensión completa de la lengua nativa de los Kaixana ocurrió a lo largo del siglo XIX, ya a principios del siglo XX, sólo hablaban la lengua general, pero más recientemente empezaron a utilizar el portugués y también la abandonaron. 

Localización y población

Otiel, filho do Sr. Geraldo Kaixana, vice-capitão da Terra Indígena São Sebastião, Tonatins, Amazonas.
Otiel, filho do Sr. Geraldo Kaixana, vice-capitão da Terra Indígena São Sebastião, Tonatins, Amazonas.

Los Kaixana residen en las comunidades que hoy se denominan Vila Presidente Vargas, São Cristóvão, Espírito Santo, Paraná das Panelas, Bom Futuro, Nossa Senhora de Nazaré, Santa Vitória, São Francisco de Tonantins, Jerusalém y Santa Maria en la región del alto Solimões, en las márgenes de los ríos Putumayo, Içá, Japurá, Tonantins y Mapari. La mayor parte de la población se concentra en los municipios de Tonantins, Japurá y Santo Antonio do Içá y en menor grado en los municipios de São Paulo de Olivença y Amaturá.

[Trecho extraído del artículo “A questão do povo Kaixana no Amazonas” (La cuestión del pueblo Kaixana en la Amazonía) de Miguel Cruz y Eledilson Kauíxi Corrêa Dias, consultado el día 15 de septiembre de 2009 no Blog do Figueira].

Están distribuidos en tres Tierras Indígenas: una localizada en el curso medio del río Japurá en el municipio homónimo, otra ubicada en ambas márgenes del río Solimões en el municipio de Tonantins y la última en el medio Solimões, en el municipio de Tefé. En la primera, llamada Mapari, la población está distribuída en dos comunidades: Caixana de Japurá, que se encuentra localizada del lado izquierdo del lago Mapari y contaba en 1997 con una población de 80 indios; y la comunidad de Mapari, situada en la margen derecha del lago Mapari, donde vivían 13 personas.

En el Municipio de Tonantins, los Kaixana ocupan, junto con los Kokama, la Tierra Indígena São Sebastião. La población está distribuida en cinco comunidades: Nova Jerusalém, Santa Fé y São Sebastião. En la confluencia de los igarapés Kumã y Coperçu, se sitúan las comunidades de Novo Kumã y Lago Baixo. Aproximadamente el 60% de la población de la citada TI es Kaixana.

Asimismo, hay algunas familias kaixana que viven en la Tierra Indígena Barreira da Missão, localizada a aproximadamente media hora de viaje, por vía fluvial, de la ciudad de Tefé. Esa TI está formada predominantemente por poblaciones Kokama, Ticuna y Kambeba, que se distribuyen en 7 aldeas. La población total fue estimada en 987 habitantes en el año de 2009(Funasa, Fundación Nacional de Salud).

 [Trecho editado a partir del texto “Sonho ou pesadelo no coração da Amazônia ”, (Sueño o Pesadilla en el corazón de la Amazonía)consultado en el  sitio del CMI Brasil día 22 de septiembre de 2009].

Historial del contacto

Las primeras noticias de la ocupación de los indios Kaixana en la región del alto Solimões se remontan a 1691, año en el cual Samuel Fritz elaboró un mapa de la cuenca amazónica, donde esboza la ubicación aproximada de varios agrupamientos indígenas. Aunque, en el referido mapa, el local de ocupación de los Kaixana el esbozo los haya localizado sólo en las márgenes del río Tonantins, donde aún hoy viven sus descendientes, son varias las evidencias que apuntan la antigüedad de la ocupación en la extensión de tierra firme que va desde el río Tonantins al igarapé Coperçu.

Sin embargo, de acuerdo a lo que las propias fuentes bibliográficas de la época nos permiten reconstruir, los indios Kaixana fueron masacrados, esclavizados y, muchos de ellos expulsados de su territorio tradicional, cuando empezaron los conflictos entre España y Portugal por la pose de la Amazonía.

En el año de 1697, por ejemplo, Samuel Fritz (Porro, 1992; Fritz ,1922) relata haberse enterado sobre la intención de los agentes de la colonización y misionarios portugueses de “subir hasta la riviera de los Cayuisana [Caixana], que llamaban Canaria, para desde allí dar principio a una nueva fortaleza y de esa forma adueñarse de aquellas provincias”. Cabe destacar que Canaria era el nombre dado por los portugueses en referencia a la aldea de los Caixana próxima a la desembocadura del río Tonantins.

No existen noticias si la intención de los portugueses, referida anteriormente, de construir una fortaleza en tierra Kaixana, en Tonantins, de hecho se realizó. Sin embargo, el jesuita Samuel Fritz (1922) registró que, en 1702, sin elementos para ofrecer resistencia, los indios Caixana y Guareicos fueron capturados por los portugueses, que entraron en sus aldeas armados. En esa ocasión, algunos de esos indios fueron asesinados por no haberse rendido a los invasores.

Probablemente, este episodio es el primer registro histórico sobre desplazamientos forzosos y exterminio de los Kaixana.   

En cuanto a la cuenca hidrográfica del río Japurá, – de la cual forma parte el río Mapari – el Oidor Francisco Xavier Ribeiro de Sampaio (1985) registra la presencia de los indios Kaixana en el año 1775, en la ocasión de un viaje por esta área. En realidad, salvo algunas excepciones, cuando se reporta sobre las etnias que ocupaban este gran río, el autor se limita a hacer un listado de los grupos, sin, no obstante, suministrar otras referencias que nos posibilitarían situar, con mayor precisión, la localización de este pueblo y de otros que en la época también ocupaban la referida cuenca.

Sin embargo, igualmente con relación al río Japurá, otros datos bibliográficos apuntan hacia dos localidades de ocupación kaixana, ambas situadas sobre el lado derecho de este río, las márgenes de sus afluentes de aguas negras, a saber: los ríos Mapari y Acunauí. 

Según el testimonio del naturista Martius (Spix & Martius, 1981) relativo al viaje que realizó en 1819, entre estas dos localidades, la más antigua sería la de Mapari, donde se concentraba en la época un contingente de 600 indios aproximadamente.

Las razones por las que, los Kaixana se trataron de asentar, sobre todo en áreas más inhóspitas – que en gran medida, coinciden con las áreas de baja fertilidad – deben tener varias explicaciones históricas y culturales. Sin pretensión de profundizar en esta cuestión, se puede, no obstante, afirmar que al menos, en determinados momentos históricos, algunos grupos pertenecientes a esta etnia, buscaron estos lugares como una forma de refugio y aislamiento.

En el caso de los ríos Mapari y del lago Acunauí, debido a sus condiciones ecológicas limitadas, el interés económico por parte de la sociedad que la circunda, sólo se notó más recientemente, en el siglo XX, con la posibilidad de explotación de la siringa. 

La llegada de no indios a la región, impulsados por la posibilidad de producción de la goma, en los años 40 y 50, terminó por expulsar a los Kaixana de aquellos conjuntos de aldeas de acceso más fácil, situados en la margen izquierda, próximos a la confluencia de los ríos Mapari y Japurá – local preferido por los nuevos ocupantes para establecer sus asentamientos.

En el caso específico de la Tierra Indígena São Sebastião, posiblemente a principios del siglo XX, se instaló una empresa siringueira en sus reservas naturales con mayor concentración de siringas. Con la inserción de un nuevo actor social – el “patrón”- se introduce otro modelo en las relaciones de producción, basado en un régimen de servitud impulsado por el método que se tornó típico en del sistema siringalista: el aviamiento (sistema de endeude). El trabajador estaba obligado a ofrecer el producto de su trabajo a bajos costos, adquiriendo bienes de consumo a precios muy altos en el establecimiento comercial de su “patrón”.

Hubo momentos en los cuales esta situación de subordinación llegó a niveles insoportables, culminando con una serie de conflictos y muertes. El desenlace de este período histórico vivido por los Kaixana, culminó con la fuga de una masa significativa de su población a áreas que, a primera vista, parecían no interesar a los siringalistas: la várzea y el interior de la mata. Sin embargo, para los indios esta fuga representó, al mismo tiempo y contradictoriamente, una posibilidad de supervivencia física y una amenaza a su bienestar y a la reproducción de su modo de vida, teniendo en cuenta que tuvieron que abandonar su territorio tradicional, con todo lo que significa en términos económicos, históricos y culturales.

Los Kaixana que huyeron de la tierra firme se encontraron con los Kokama, sobre todo en las comunidades de Jacapari y Bararuá, situadas en áreas de várzea.

Con la nueva crisis de la goma, los ocupantes no indígenas tuvieron que buscar otras actividades.

Probablemente, por ese motivo, este período estuvo marcado por un cambio en la naturaleza de la relación de los migrantes y sus descendientes con los Kaixana: la opresión y la explotación, que caracterizaron esta relación en los tiempos dorados de la goma, dieron lugar a una relación menos desigual, que se basaba en la solidariedad y en el intercambio de conocimientos.

Esta nueva fase posibilitó el retorno de los Kaixana a la margen izquierda del río Mapari, en las proximidades de su desembocadura, donde hoy se localiza una de sus comunidades.

Actividades Productivas

Los Kaixana que viven en la Tierra indígena Mapari habitan tradicionalmente la microcuenca del río de aguas negras denominado Mapari, que constituye, desde el punto de vista ecológico, una región frágil y delicada. Indudablemente, la organización económica de esta población es el resultado de un largo proceso de adaptación a las limitaciones de este medio, que se refleja en un patrón de ocupación peculiar y un conocimiento específico acumulado, así como en estrategias de diversificación de actividades.

Alzira Kaixana com seus filhos na casa de farinha, Terra Indígena Mapari, Amazonas. Foto: Kênia Gonçalves Itacaramby, 1997
Alzira Kaixana com seus filhos na casa de farinha, Terra Indígena Mapari, Amazonas. Foto: Kênia Gonçalves Itacaramby, 1997

Las actividades de pesca, colecta vegetal y agricultura ejercen un papel preponderante en la economía de los Kaixana de Mapari.

La producción de harina de mandioca, que se efectúa en la casa de harina, ejerce un papel relevante en la economía del grupo, ya que no sólo se la consume como también posee valor de cambio en mercado de Japurá.

Las condiciones ecológicas de la microcuenca del río Mapari, favorecen mayor dispersión de la fauna local, que desestimula la formación de expediciones con el objetivo de capturar animales terrestres. Por este motivo, en Mapari, son muy frecuentes las actividades de pesca y de colecta de castaña, que determinan los espacios donde se practica la caza y no al contrario.

Por lo tanto, no es casualidad que la penetración en la selva sucede de forma más profunda en los lugares donde se practica la colecta de castaña, que disminuye la distancia con relación a la margen del río Mapari donde no existen castañeras.

Las actividades de extracción de castaña ejercen un papel extremamente importante en la vida de los Kaixana de Mapari a causa de los siguientes factores:

  1. Movilización de varios indios por un determinado período del año, en torno de la castaña, que se convierte en un suceso sociocultural importante;
  2. Fácil comercialización del producto, que posibilita que los indios adquieran otros bienes de consumo no producidos por ellos;
  3. Alto valor nutritivo de la castaña, que se constituye en una rica fuente de proteína para los indios.  

De esta forma, los Kaixana explotan varios castañales – reserva natural con una mayor concentración de castañeras – que se extienden por la Tierra Indígena Mapari, más precisamente en las cercanías de los igarapés Pelari, Cujubim y Repartimento (Machado, 1998). El período de mayor intensidad de la actividad en cuestión, es entre los meses de mayo y junio – fase de fructificación de la especie.

Por otro lado, es importante resaltar que la caza, aunque se practica menos, constituye una importante fuente de proteína animal, y asume un papel complementar en la dieta del grupo. 

Índio Kaixana fazendo um remo, Terra Indígena São Sebastião, Tonantins, Amazonas. Foto: Kênia Gonçalves Itacaramby, 1997
Índio Kaixana fazendo um remo, Terra Indígena São Sebastião, Tonantins, Amazonas. Foto: Kênia Gonçalves Itacaramby, 1997

En el caso de la pesca, los Kaixana organizan expediciones que duran hasta semanas navegando a lo largo del río Mapari y/o en sus afluentes tales como los igarapés Urucu, Pelari, Andiroba y Mocozinho.

 

De esta forma, tal como afirma Morán (1990) con relación a los pueblos habitantes de las márgenes de los ríos de aguas negras de la Amazonía, la dinámica de organización económica de los Kaixana de la Tierra Indígena Mapari, íntimamente asociada al complejo ecosistema en el cual se insertan, resulta en el uso de un espacio mayor para el desarrollo de las actividades productivas.

La azagaia (lanza corta), el arco y flecha y el braserillo de barro usado para cocinar los alimentos son ejemplos de algunos instrumentos de trabajo confeccionado por los indios.

Además, de comercializar e intercambiar productos en el comercio local, otra modalidad de intercambio se da entre los propios indios que, como se rigen, fundamentalmente, por pautas socioculturales, no se restringen al ámbito económico. Estas reglas se basan en los principios de reciprocidad y solidaridad, que regulan, tanto la distribución de bienes materiales, como el intercambio de servicios. Cuanto mayor es la proximidad en la relación de grado de parentesco, más estrecho son los lazos que condicionan este intercambio. La importancia de las relaciones de parentesco se refleja igualmente en la propia distribución del espacio habitacional, siendo la casa de harina el espacio de convivencia familiar. 

Las actividades realizadas en la Tierra Indígena São Sebastião, están relacionadas al hecho de que la región está formada por dos bloques distintos: la várzea y la tierra firme.

El calendario referente a las actividades productivas constituye uno de los ejemplos ilustrativos de la articulación entre el saber ecológico y la explotación económica. Como saben que la época apropiada para la siembra, de buena parte de las culturas en tierra firme, es inmediatamente anterior a las primeras lluvias, los indios de São Sebastião inician la limpieza del terreno en cuanto perciben que el cambio de estación está llegando.

Davina Kaixana, Terra Indígena São Sebastião, Tonantins, Amazonas. Foto: Kênia Gonçalves Itacaramby, 1997
Davina Kaixana, Terra Indígena São Sebastião, Tonantins, Amazonas. Foto: Kênia Gonçalves Itacaramby, 1997

Los Kaixana utilizan el sistema de coivara¹, también conocido como roça de toco. Como la limpieza del terreno, es una tarea que exige mucho esfuerzo físico, se realiza a través de una modalidad de cooperación mutua denominada ajuri. En las áreas inundables, los indios empiezan la siembra de las culturas del ciclo vegetativo corto en el período de seca, cuando el nivel de las aguas ya está bajo. En el pico del verano, para realizar la siembra en el área de tierra firme, los indios hacen hoyos más profundos de manera que se alcance la parte húmeda de la tierra.

Cada grupo doméstico tiene, de manera general, más de una plantación al mismo tiempo, de modo que mientras una está en el período de maduración, la otra está lista para la cosecha.

Aunque la pesca se practica el año entero, en el período de seca (verano) los Kaixana de la Tierra Indígena São Sebastião intensifican sus actividades en la várzea, porque saben que los peces están retenidos en los lagos que allí se forman, lo que facilita su captura. La pesca se practica preferentemente en el río Solimões, en los igarapés Kumã y Coperçu y, en la várzea, sobre todo, en los lagos Marimari, Araçazal y Mucura.

En el período de las inundaciones (invierno), las áreas del interior de la tierra firme se tornan más accesibles y consecuentemente la navegabilidad en los igarapés en toda su extensión. Por lo tanto, es esta época cuando los animales de mayor porte se pueden transportar en las canoas y por consiguiente es este el período preferido por los indios para la caza. La búsqueda de los animales no es aleatoria; se realiza con base en el conocimiento acumulado por varias generaciones sobre los hábitos de la fauna local.

Esta actividad la practican estrictamente los hombres y tiene una importancia fundamental en lo que concierne a la provisión alimentar en las comunidades de esta Tierra. Asimismo, constituye un artículo de permuta comercial.

En contacto con la sociedad que los circundan, los Kaixana abandonaron sus instrumentos tradicionales de caza y pasaron a utilizar armas de fuego en la captura de animales. La actividad de caza se practica preferentemente en la mata de tierra firme, como también en áreas de várzea y en las márgenes de los igarapés.

Antas, pacas, chanchos majanos, venados, monos guariba y barrigudo y ciertas especies de aves como el mutum y el socó (ambas de tipo gallináceos) y el pato de la mata, son algunas de las presas favoritas.

Índia Kaixana, Terra Indígena Mapari, Amazonas. Foto: Kênia Gonçalves Itacaramby, 1997
Índia Kaixana, Terra Indígena Mapari, Amazonas. Foto: Kênia Gonçalves Itacaramby, 1997

La actividad de colecta de frutos silvestres, es igualmente intensa en el período de invierno, porque varias especies están en la fase de fructificación. Los frutos se extraen para satisfacer diversas necesidades. Por ejemplo, varias especies se utilizan en la alimentación, como la castaña, acai, milpesillo, Pouteria caimito y varias otras. En la construcción de las viviendas, de estilo tradicional, se utilizan generalmente las siguientes especies: Soto, viñatigo, tulpay y palmera que camina y para el techo hojas de palma canangucha y ubim.

 Diferentemente de lo que ocurre en la Tierra Indígena Mapari, en São Sebastião, la práctica de fabricar objetos de arcilla se abandonó totalmente. No obstante, se siguen produciendo los objetos que usan solamente recursos vegetales en su confección, como por ejemplo, los trabajos en paja –cestos, el techo de las casas, cernidores, esteras, abanicos y sombreros – y los productos confeccionados en madera, como las canoas y los remos, asimismo, moledor de caña, las prensas que se usan para escurrir la pasta de mandioca y algunos muebles.

 

Notas

¹ Cantidad de ramas a las que se le prende fuego para limpiar un terreno y abonarlo con las propias cenizas

Unidades residenciales

Família de Inês Morais e Hermes Carvalho Kaixana, Terra Indígena São Sebastião, Tonantins, Amazonas. Foto: Kênia Gonçalves Itacaramby, 1997
Família de Inês Morais e Hermes Carvalho Kaixana, Terra Indígena São Sebastião, Tonantins, Amazonas. Foto: Kênia Gonçalves Itacaramby, 1997

La formación de una nueva unidad residencial ocurre, de manera general, después de 2 a 5 años de convivencia marital. Generalmente es en este espacio de tiempo que la joven pareja está apta para conducir su economía doméstica de una forma un poco más independiente de la de sus padres. Notamos que la elección del área agrícola que va a cultivar la familia recién constituida es un marco para que ocurra la separación del grupo doméstico original y la inauguración de una nueva unidad habitacional. La elección del local de esta nueva unidad se rige, sobre todo, por las relaciones de parentesco. Asimismo, se espera que la casa esté localizada cerca de la casa de harina, que es un espacio de uso comunitario.

Se debe destacar que hay una oscilación de la parcela de la población joven, que busca trabajo en las ciudades como Tonantins y Manaos. En estos casos, las mujeres generalmente buscan un trabajo doméstico o en servicios de limpieza y los hombres desempeñan funciones de carpinteros o albañiles. Sin embargo, buena parte de esta población retorna a las comunidades.

Fuentes de información

  • Itacaramby, Kênia Gonçalves. “Resumo do Relatório de Identificação e Delimitação da

Terra Indígena Mapari (Processo FUNAI/BSB/2384/01)”. In: Diário Oficial da União, 03 de abril de 2006.


“Resumo do Relatório de Identificação e Delimitação da Terra Indígena São Sebastião (Processo/FUNAI/5a SUER/0340/91)”. In: Diário Oficial da União, 11 de fevereiro de 2000.
  • Machado, Luciana de Oliveira. Relatório Ambiental Integrante do Processo de Identificação e Delimitação da Terra Indígena Mapari, Município de Japurá – AM. Projeto BRA/96/018. Projeto Integrado de Proteção às Terras Indígenas da Amazônia Legal. Brasília, abril de 1998.

Relatório Ambiental Integrante do Processo de Identificação e Delimitação da Terra Indígena Mapari, Município de Japurá – AM. Projeto BRA/96/018. Projeto Integrado de Proteção às Terras Indígenas da Amazônia Legal. Brasília, maio de 1998.
  • Cruz, Miguel & Dias, Eledilson (Kauíxi) Corrêa. A questão do povo Kaixana no Amazonas. Texto consultado no dia 15 de setembro de 2009, no Blog do Figueira [1].
  • Lima, Francisco Andrade de. “Sonho ou pesadelo no coração da Amazônia” (28/09/2007). Centro de Mídia Independente Brasil http://prod.midiaindependente.org/pt/blue/2007/09/396562.shtml, consultado no dia 22 de setembro de 2009.  
  • Fritz, S. Journal of the travels and labours of Father Samuel Fritz in the river of the Amazons between 1686 and 1723. Translated from the Evora MS and edited by the Rev. Dr. George Edmundson. Hakluyt Society: Londres,1922.

 

  • Móran, E.M. A ecologia humana das populações da Amazônia. Vozes: Petrópolis,1990.

 

  • Porro, A. As crônicas do rio Amazonas: notas etno-históricas sobre as antigas populações indígenas da Amazônia. Vozes: Petrópolis, Rio de Janeiro, 1992.

 

  • Sampaio, F.X.R. As viagens do Ouvidor Sampaio (1774-1775). Coleção Hiléia Amazônica. v. 4. Fundo Editorial: Manaus, 1985.

 

  • Spix, J. B. & Martius, C. F.  “A viagem do Dr. Martius, desde Ega pelo Japurá acima, até a catarata de Araraquara e, de regresso, até a Barra do Rio Negro”. In: Viagem pelo Brasil: 1817-1820. Capítulo IV. Vol. 3. Ed. Itatiaia, 1981.